Carlos Dorado – President Italbank International
Dolares –
"Yo no diría que el dólar estabiliza la economía, diría que cualquier moneda fuerte y estable, estabiliza la economía", dijo el empresario
MIAMI, FL, UNITED STATES, May 7, 2022 /EINPresswire.com/ — La consecuencia de una moneda fuerte es la mejor garantía de una economía estable, «¿por qué? Porque genera confianza, la variable más importante de un sistema eficiente y robusto», asegura Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio.
La unificación de una moneda fuerte como el dólar, por ejemplo, en las Américas reimpulsaría las economías de cada país, al existir una misma unidad que permita la adquisición de bienes y servicios, promoviendo además las exportaciones e importaciones.
La dolarización y eurolización no es la panacea que soluciona todos los males de un país, considera Carlos Dorado, pero sí es una alternativa válida que puede ser muy beneficiosa.
«Si miramos Latinoamérica, en el 2020 observamos 5 de las 8 economías con monedas más devaluadas y con mayor inflación a nivel mundial«, recordó.
Eso genera situaciones nefastas para la economía de esas naciones y también desconfianza, en la que desestimula a las inversiones internacionales.
«Crea en los inversionistas locales una desconfianza, los cuales buscan sacar sus dineros del país, y colocarlo en una moneda fuerte y estable, porque no hay nada más cobarde que un millón de dólares», señaló Carlos Dorado.
Los sectores productivos
Asumir una moneda fuerte como patrón monetario de un país tiene sus ventajas y sus desventajas.
«Dentro de esas ventajas, son una mayor estabilidad a la economía, generando mayor confianza a las inversiones nacionales y extranjeras, un motor importante generador de riqueza. Por otro lado, estabiliza los precios, las tasas de interés, y donde se pueden desarrollar grandes proyectos a largo plazo, debido a la estabilidad de la economía», puntualizó Carlos Dorado, también economista.
–Dolarización, ¿solución a los males?
-Tiene sus ventajas: genera confianza, evita las devaluaciones, disminuye los procesos inflacionarios, estabiliza las tasas de interés, incentiva los proyectos de inversión grandes y a largo plazo, se genera financiamiento a largo plazo. Desventajas: Que el país pierde su soberanía monetaria, de poder imprimir dinero. Desde mi punto de vista, y viendo la poca eficiencia de los constructores de la economía y sus pobres resultados, quizás hasta sea una ventaja esta desventaja.
La política y el continente
Todo país debería tener como único objetivo mejorar los niveles de bienestar de su población, por lo cual es necesario establecer la mejor de las estrategias y lograr llevarla a cabo.
«Hoy en día todo se politiza y todo se lleva al terreno de la demagogia», asegura Carlos Dorado. «Cuando los tecnócratas y las instituciones no tienen independencia, sus decisiones son tomadas por intereses políticos; y no se busca la eficiencia, sino el engaño».
Pero eso, no se hace de un día para otro, porque se necesitan conocimientos y una visión a mediano y largo plazo.
«Vender la idea no es fácil, y continuamos prometiendo y ensayando, fallando, prometiendo, en un ciclo sin fin, y hemos perdido décadas de crecimiento, donde los resultados han sido muy nefastos», recordó Carlos Dorado.
–¿Cómo ve el panorama Carlos Dorado de los países que lo han adoptado como moneda de curso legal?
-Hay países como Ecuador, Panamá y El Salvador que han establecido el dólar como su moneda oficial. ¿Están mejor o peor que los demás? Los beneficios se lograron. Ahora bien, hay otras muchas variables que intervienen en la fórmula de una economía sólida, sana y estable. No podemos ser tan simplista y pensar que con dolarizar la economía todos nuestros problemas económicos se solucionan. Pero de lo que no hay duda, que el tener una moneda estable, genera confianza. Una de las variables más importantes para la generación de riqueza. Ahora, hay una pregunta: si países como Europa, con economías más robustas, fuertes y productivas que las latinoamericanas, decidieron crear una moneda común como el euro, ¿cómo pueden economías pequeñas, ineficientes y poco productivas, pueden aspirar a tener una moneda estable? ¡No es una utopía!
Carlos Dorado
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